Todos tenemos un cajón donde guardamos un montón de cosas inclasificables, nuestro cajón desastre. Todo lo que no tiene un lugar determinado va a ese cajón. Cuando buscamos algo y no lo encontramos seguro que está en ese cajón.
Igual no es así y soy yo la única que lo tiene.
El otro día estaba buscando algo y no lo encontraba, finalmente me fui a buscar al cajón, claro.
No encontré lo que buscaba, pero encontré otra cosa, un informe con un diagnóstico: Trastorno de Adaptación.
Me pareció muy acertada y curiosa la analogía. En esta época en la que parece que todo tiene que tener una etiqueta, cualquier cosa puede acabar en ese cajón:
* Sentirte triste, desesperanzado o no disfrutar cosas que solías disfrutar
* Llorar con cierta frecuencia
* Estar preocupado o sentirte ansioso, nervioso, tenso o estresado
* Trastornos del sueño
* Falta de apetito
* Dificultad para concentrarse
* Sentirte abrumado
* Tener dificultades para desenvolverte en las actividades diarias
* Apartarte de tus fuentes de apoyo social
* Evitar asuntos importantes, como ir al trabajo o pagar cuentas
¿Quién no ha sentido alguna de estas cosas en algún momento?. Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Ya dijo Darwin que aquella especie que no es capaz de adaptarse al entorno no sobrevive, peeeeerooooo, ¿hay que adaptarse a cualquier cosa?.
Bueno, voy a seguir buscando….