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Desconocemos el número exacto de personas que acuden a terapia de pareja, pero lo que sí podemos comprobar es que el número de divorcios, nulidades y separaciones crece año tras año. En torno a unas 80.000 personas se han visto en estas circunstancias en nuestro país tan sólo durante el 2020, según fuentes del Instituto Nacional de Estadística (INE) y esto teniendo en cuenta los estragos y descenso de casos que supuso el confinamiento.

Sí que disponemos de datos sobre aquello que hace que seamos más felices y estemos más sanos. Hay un estudio de Harvard que lleva 80 años rastreando la vida de más de 700 personas. En las conclusiones destaca la calidad de las relaciones que establecemos. Generar vínculos fuertes y seguros nos hace más felices y más longevos.

Las relaciones de pareja son sin duda unas de las más complejas que establecemos a lo largo de la vida. Elegir un compañero o compañera de vida puede llevarnos a una posición de vulnerabilidad donde acabaremos siendo tremendamente felices o desdichados. Por tanto, cuidar y fortalecer ese vínculo es sumamente importante.

 

Mitos sobre la terapia de pareja

“¿Realmente funciona ir a terapia de pareja?”, “¿y si al final decidimos seguir caminos diferentes, ha fracasado la terapia?” ,“¿es efectiva la terapia de pareja online?”. Estas son algunas de las preguntas que nos podemos hacer si nos estamos planteando acudir al psicólogo.

Lo cierto es que la terapia de pareja funciona, tanto si termina en un “fueron felices y comieron perdices” como si finalmente se acaban tomando otras decisiones. Porque en cualquiera de los casos, la pareja va a tener un espacio seguro donde poder reparar el vínculo, llevar temas que quizá no se acaben de tratar con la profundidad necesaria que puedan hacer en el hogar y aumentar el conocimiento de la situación.

Así mismo, hay que decir que tiene la misma efectividad si se realiza la terapia de forma presencial que si se hace online, múltiples estudios avalan el mismo grado de eficacia y efectividad.

Por supuesto hay casos en los que no es posible la terapia de pareja, como cuando uno de los miembros supone una grave amenaza para el otro, por ejemplo, amenazas constantes, vejaciones o violencia física.

 

Beneficios de la terapia de pareja online

Como ya se ha indicado, la efectividad y eficacia son las mismas que en la terapia presencial. Por tanto, los beneficios son los mismos, pero además podríamos sumarle:

  • Se evitan desplazamientos, pudiendo intervenir en la comodidad del hogar, en un entorno conocido, seguro y familiar para los miembros de la pareja.
  • El formato online tiene dos beneficios añadidos: suele ser más económico que el presencial y hay mayor flexibilidad horaria.
  • Como no hay contacto físico, se evitan los riesgos de contagios derivados de la COVID-19.
  • Si se da la circunstancia de que ha habido una separación puntual o alguno de los dos miembros está fuera por motivos laborales, también es posible la intervención.
  • Gracias a las nuevas tecnologías todos pueden estar presentes en la sesión, aunque no sea en el mismo espacio físico.

Es importante destacar que una terapia de pareja nos puede ayudar a superar una crisis puntual, a mejorar la comunicación y a aumentar el conocimiento mutuo. Pero por encima de todo eso, una buena terapia nos va a permitir fortalecer el vínculo, haciendo que la unión sea más plena, sólida y segura.

En muchos casos la terapia nos va a permitir entender la importancia de mantener viva la llama, saber aportar y construir día tras día nuestra relación. Los constantes cambios en los ciclos vitales de las personas pueden ser sin duda un punto de conflicto, por eso con un vínculo seguro será más fácil entender y acompañar a nuestra pareja, estar disponibles y saber cómo pedir ayuda al otro. Vibrar en la misma sintonía.

 

¿Cuándo acudir a terapia de pareja?

Es habitual dar poca importancia a los problemas de pareja, respaldándonos en que todas las parejas sufren crisis a lo largo de la relación. Pero lo cierto es que es más eficaz buscar ayuda en un primer momento cuando se detecta que algo no anda bien, que cuando ya se ha cronificado.

Son muchas las causas que nos pueden hacer plantearnos que necesitamos ayuda: dificultades en la comunicación, celos, constantes discusiones, dependencia emocional, problemas sexuales, infidelidad, diferencias en la crianza, etc. En cualquiera de los casos, ante la sospecha de que algo no marcha como nos gustaría, es aconsejable plantearse una terapia. Ponerse en manos de un profesional no es un signo de debilidad, sino más bien de fortaleza y compromiso con la relación.

 

¿Cómo cultivar relaciones seguras?

De la misma manera que un árbol necesita cuidados para crecer y mantenerse saludable, las relaciones también requieren algunas atenciones para conseguir un apego seguro y que se fortalezcan con el tiempo. Aquí tienes algunas de ellas:

Relaciones

 

Además de lo indicado en este post, si padeces algún tipo de afección, es conveniente hablar con un profesional de la salud antes de probar cualquier terapia.