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En este post, vamos a tratar de hablar de la endometriosis desde una perspectiva psicológica, más allá del dolor físico.

Dentro de las enfermedades que afectan a las mujeres, la endometriosis es una gran desconocida, a pesar del número total de mujeres que la sufren. Se trata de una patología que afecta aproximadamente al 20% de la población femenina.

Hay que señalar, según distintos estudios, que una de cada diez mujeres en España la padece, provocando un dolor pélvico crónico y pudiendo ser la razón del 50% de la infertilidad en mujeres en edad reproductiva.

¿Qué es la endometriosis?

Es una enfermedad crónica y dependiente de los estrógenos. Consiste básicamente y dicho de forma sencilla, en la existencia e implantación de tejido del endometrio (que recubre el interior del útero) fuera de su lugar correspondiente. Puede provocar inflamación, con creación de adherencias, tumores y diferentes lesiones.

Se trata de una enfermedad poco conocida y que suele ser también poco entendida socialmente. Lleva asociadas expresiones del tipo: dolores “típicamente femeninos”, “eres poco sufrida y blanda”, “cuando tengas que parir te dolerá de verdad”, “tienes que ser más fuerte que el dolor”, etc.

Además, en algunas ocasiones, las mujeres que la sufren pueden llegar a sentir que el personal sanitario no es sensible al malestar derivado de esta enfermedad.

Factores de riesgo

Hay algunos factores que pueden favorecer su desarrollo:

  • No haber dado a luz
  • Comenzar el período a una edad temprana
  • Pasar por la menopausia a una edad avanzada
  • Ciclos menstruales cortos, p. ej., menos de 27 días
  • Períodos menstruales intensos que duran más de siete días
  • Tener niveles más altos de estrógenos
  • Bajo índice de masa corporal
  • Uno o más familiares (madre, tía o hermana) con la misma patología.
  • Cualquier afección médica que impida el paso normal de sangre del cuerpo durante los períodos menstruales
  • Trastornos del aparato reproductor

¿Qué aspectos psicológicos se asocian a la endometriosis?

Según una revisión de las últimas investigaciones llevadas a cabo (Quintero y cols., 2017), los aspectos psicológicos asociados a la endometriosis y el dolor que provoca, serían los siguientes:

  • Dolor crónico: lo que provoca una disminución de las actividades cotidianas, desencadenando ansiedad y depresión.
  • Relación de pareja: dolor superficial o profundo, que se produce al intentar mantener relaciones sexuales con penetración, provocando que se reduzca la frecuencia, con el consiguiente impacto en el estado afectivo de la pareja.
  • Fertilidad: problemas a la hora de poder concebir o no conseguirlo de forma natural, provocando frustración, desesperanza y baja autoestima.
  • Somatización: debida a la sensación de falta de control, hipervigilancia, miedo y desesperanza.
  • Baja comprensión médica y social: lo que puede provocar frustración, rabia y sensación de soledad.
  • Afectación negativa de la calidad de vida: en la relación con los demás, la vida laboral, de pareja, bienestar físico y emocional, etc.

Además, cada uno de estos aspectos influyen de manera negativa en la percepción del dolor, aumentando su intensidad.

La endometriosis y el estrés

En primer lugar, esta patología es una fuente de estrés psicológico considerable, por sus efectos negativos no solo en la salud física sino también sobre la vida afectiva y personal de las pacientes.

En segundo lugar, las mujeres con endometriosis informan de manera constante de una calidad de vida reducida. Existen altos niveles de estrés percibido y ansiedad junto con síntomas depresivos y dolor, anteriormente mencionados.

En tercer lugar, a pesar de llevar a cabo múltiples intervenciones con terapias hormonales y cirugía, muchas mujeres continúan sintiendo dolor, lo que aumenta sus niveles de estrés.

En la actualidad, no se han llevado a cabo muchos estudios que proporcionen la suficiente evidencia científica para relacionar la gestión del estrés con una mejora en la sintomatología de esta enfermedad pero, cada vez existen más pruebas del potencial terapéutico de la relación mente y cuerpo (Donatti y cols., 2017).

Las conclusiones del primer meta-análisis llevado a cabo en 2019, donde se explora la asociación entre la endometriosis y el estrés psicológico, indican que el tratamiento interdisciplinario de esta enfermedad debería incrementar el apoyo a la salud mental durante la atención de estas pacientes, más allá del tratamiento del dolor (Brasil y cols., 2019).

¿Cómo abordar la terapia psicológica de la endometriosis?

Es importante poder disfrutar del apoyo psicológico adecuado, ya que repercute positivamente en las mujeres con endometriosis y de esta forma gestionar el dolor y otros síntomas asociados con la enfermedad. 

Técnicas para el tratamiento del dolor crónico

Son las más empleadas y han demostrado ser las más efectivas.

  1. Relajación progresiva de Jacobson. Se basa en que los pensamientos y comportamientos asociados al estrés provocan tensiones musculares.
  2. Entrenamiento autógeno de Schultz. Basado en la autosugestión.
  3. Biofeedback. Permiten aprender a controlar respuestas fisiológicas de forma voluntaria.
  4. Técnicas específicas cognitivo – conductuales. Igualmente, la terapia cognitivo conductual, tanto individual como en grupo, puede constituir una intervención adecuada mediante:
    • Psicoeducación. Disponer de la información necesaria para afrontar la enfermedad.
    • Entrenamiento en herramientas de respiración y relajación. Para gestionar el estrés, mediante un proceso que disminuye sus efectos en la mente y el cuerpo.
    • Manejo de la atención. Entrenamiento en focalizar y cambiar la dirección de la atención hacia estímulos externos, percibiendo nuestro cuerpo o hacia imágenes mentales específicas.
    • Restructuración cognitiva. Trabajar las distorsiones cognitivas que alteran la interpretación de la realidad.
    • Entrenamiento en solución de problemas. Para poder solucionar un problema hay que seguir un proceso. Hacerlo permite identificar o descubrir que cosas son efectivas o lo que se puede hacer para afrontarlos. Lo importante es aprender a generar soluciones y tomar de decisiones.
  1.  Terapia de aceptación y compromiso.

 

Beneficios de las técnicas de relajación.

Practicar técnicas de relajación, aunque se tenga la sensación de que no es suficiente, puede tener muchos beneficios en el tratamiento de la endometriosis y el dolor para:

  • Disminuir la frecuencia cardíaca y la presión arterial
  • Mejorar los procesos digestivos
  • Disminuir la actividad de las hormonas del estrés
  • Disminuir la tensión muscular y el dolor crónico
  • Mejorar el estado de ánimo
  • Mejorar la calidad del sueño
  • Disminuir la frustración
  • Aumentar la confianza para lidiar con los problemas

La capacidad para relajarse mejora con la práctica. Por otro lado, si una técnica de relajación no te funciona intenta probar con otra. Si por alguna razón sientes malestar emocional durante las técnicas de relajación, habla con un profesional de la salud para buscar otras alternativas.


 

Bibliografía

Brasil, D. L., Montagna, E., Trevisan, C. M., La Rosa, V. L., Lagana, A. S., Barbosa, C. P., … & Zaia, V. (2019). Psychological stress levels in women with endometriosis: systematic review and meta-analysis of observational studies. Minerva medica111(1), 90-102.

Donatti, L., Ramos, D.G., Andres, M.P., Passman, L.J y Podgaec, S. (2017). Patients with endometriosis using positive coping strategies have less depression, stress and pelvic pain. Einstein (Sao Paulo)15 (1), 65-70. doi: 10.1590/S1679-45082017AO3911.

Quintero, M.F., Vinaccia, S. y Quiceno, J.M. (2017). Endometriosis: Aspectos Psicologicos. Revista chilena de obstetricia y ginecología , 82 (4), 447-452.